Bicicletas eléctricas familiares: la nueva tendencia en electromovilidad

Cambiar el auto por un vehículo con menores costos de mantención, evitar la congestión y realizar actividad física en el marco de la rutina diaria son las principales motivaciones tras este cambio de paradigma en el mundo de las cletas.

No cabe duda, el boom de la bicicleta llegó para quedarse y cada vez son más los que se deciden bajarse del auto. De acuerdo con un reciente estudio realizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), el 19% de los encuestados comenzó a moverse en bicicleta a raíz de la pandemia y más del 60% de quienes andan en ellas la usan como su vehículo de rutina. En este escenario, justamente, las opciones con asistencia eléctrica han experimentado un alza, pues permiten trasladarse sin importar lo largas que sean las distancias, realizar ejercicio de menor intensidad, ahorrar costos frente al uso del auto y a la vez cuidar el medio ambiente.

Lo interesante es que hoy están tomando fuerza algunas alternativas de e–bikes que rompen el paradigma del ciclismo como lo conocemos. Se trata de las bicicletas eléctricas familiares, que son un reemplazo aún más cercano al automóvil, pues permiten salir con los niños de manera segura, llevar a la mascota, realizar compras y otras tareas que son difíciles de lograr en una bici tradicional. Europa, referente obligado en estas materias, lleva años viendo a este tipo de bicicletas masificarse en sus calles. En Alemania, por ejemplo, en 2018 se vendieron más bicis de carga eléctricas que coches eléctricos y en 2020 los pronósticos apuntaban a crecimientos en ventas de alrededor del 53% respecto a 2019.

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