Un nuevo positivo contamina al surf chileno
La incorporación del surf como deporte olímpico entusiasmó a muchos en Chile y el mundo. Fue la oportunidad de incluir a la disciplina como una más de los deportes federados y ser parte de una selección nacional, capaz de aportar con medallas en los distintos megaeventos en los que el Team Chile participa. Abrió un abanico de nuevas opciones, también de responsabilidades.
Una de ellas, quizás la más importante, fue la inclusión de los test antidopaje que comenzaron a implementarse desde el año pasado en todas las competencias organizadas por la Federación Chilena de Surf. Y claro, comenzaron a aparecer las muestras con resultados adversos.El primero fue el de María Jesús Barrios, quien resultó con una resultado positivo por THC (marihuana), en mayo pasado.
Pero en la última actualización de la lista de deportistas provisionalmente suspendidos, publicada por la Comisión Nacional Contra el Dopaje (CNCD), apareció un nuevo caso en el deporte de las olas. Se trata de Alejandro Díaz, surfista ariqueño que dio positivo en una muestra tomada en el campeonato nacional, realizado el pasado 15 de agosto en Arica. La sustancia encontrada es hidroclorotiazida, un diurético que es utilizado como enmascarante de otras sustancias prohibidas.
El golpe llegó como un mazazo para el surf chileno. Díaz, de 21 años, asoma como una de las proyecciones para el deporte en el país, sin embargo, ahora su futuro está en entredicho, pues de resultar culpable, se trataría del primer dopaje deportivo de la disciplina en Chile. Con ánimo de trampa.
El deportista no quiso referirse al tema, excusándose en el silencio que el organismo controlador del dopaje le exige. Eso sí, su entorno aseguró que todo es un malentendido, un error. “Fue por ignorancia. El medicamento fue recetado por un tratamiento médico contra una alergia. No teníamos conocimiento de que la sustancia estaba prohibida”, aseguraron.
Díaz, que está suspendido provisionalmente, arriesga una sanción que va de los seis meses a los cuatro años de castigo. Su nombre hoy se suma a los 12 casos que durante este año han aparecido con muestras adversas en el deporte nacional. Éste es el segundo que afecta al surf, los dos en menos de un año. Fuente: Diario La Tercera.
Una de ellas, quizás la más importante, fue la inclusión de los test antidopaje que comenzaron a implementarse desde el año pasado en todas las competencias organizadas por la Federación Chilena de Surf. Y claro, comenzaron a aparecer las muestras con resultados adversos.El primero fue el de María Jesús Barrios, quien resultó con una resultado positivo por THC (marihuana), en mayo pasado.
Pero en la última actualización de la lista de deportistas provisionalmente suspendidos, publicada por la Comisión Nacional Contra el Dopaje (CNCD), apareció un nuevo caso en el deporte de las olas. Se trata de Alejandro Díaz, surfista ariqueño que dio positivo en una muestra tomada en el campeonato nacional, realizado el pasado 15 de agosto en Arica. La sustancia encontrada es hidroclorotiazida, un diurético que es utilizado como enmascarante de otras sustancias prohibidas.
El golpe llegó como un mazazo para el surf chileno. Díaz, de 21 años, asoma como una de las proyecciones para el deporte en el país, sin embargo, ahora su futuro está en entredicho, pues de resultar culpable, se trataría del primer dopaje deportivo de la disciplina en Chile. Con ánimo de trampa.
El deportista no quiso referirse al tema, excusándose en el silencio que el organismo controlador del dopaje le exige. Eso sí, su entorno aseguró que todo es un malentendido, un error. “Fue por ignorancia. El medicamento fue recetado por un tratamiento médico contra una alergia. No teníamos conocimiento de que la sustancia estaba prohibida”, aseguraron.
Díaz, que está suspendido provisionalmente, arriesga una sanción que va de los seis meses a los cuatro años de castigo. Su nombre hoy se suma a los 12 casos que durante este año han aparecido con muestras adversas en el deporte nacional. Éste es el segundo que afecta al surf, los dos en menos de un año. Fuente: Diario La Tercera.