Surfistas son el nuevo blanco de la delicuencia en la IV Región

Fuente: Diario El Día.- La delincuencia no tiene límites. Porque ahora las nuevas víctimas del hampa son los surfistas que acuden diariamente al balneario de Totoralillo. Claro, ya que más que estar pensando en la búsqueda de la ola perfecta, están pendientes en el destrozo de sus vehículos mientras los dejan estacionados.
Y no son pocos los que han pasado por este mal rato en el último tiempo. Dicen que esto viene ocurriendo hace ya un buen tiempo, pero que en las últimas semanas se ha intensificado, “porque ya no ocurre una vez por semana, sino que ahora es prácticamente todos los días”, cuenta Daniel Prado, quien practica este deporte del año 1996.
Los amantes de las olas señalan que falta más seguridad por parte de Carabineros y que “esto viene del verano, pero ahora en el último tiempo se intensificó todavía más. Ahora los robos son día por medio, cada dos días y no sólo un auto, sino que hasta cinco autos en un rato. Y lo que pasa es que no tenemos donde estacionarnos, ya que en Tiki Tano cobran 2.500 pesos y no nos sale a cuenta pagar esa cantidad de plata todos los días”, agrega Daniel.

El spot de los hechos.
Inclusive, sostiene Prado que “ya no se puede ir tranquilo a la playa, pues cada vez que entramos al agua, estamos más pendientes de lo que está pasando afuera que en el mar. Se han robado vehículos, los han reventado, se han robado neumáticos, silla de guaguas, ¡ya es el colmo! Necesitamos un lugar o alguien que nos pueda cuidar los vehículos. De verdad que la situación se ha vuelto peligrosa. En lo personal, me han robado ropa, me quedé prácticamente con lo puesto una vez. Hemos denunciado y ahora nos estamos uniendo un poco más, porque ya son demasiado frecuentes los robos. No es uno a la semana o uno al mes, sino que casi todos los días”.
Misma opinión sostiene Paulina Ochoa (33). Explica que “nos abren los autos y roban lo que pillen. Son robos chicos, pero igual es súper complicado. No estamos tranquilos y es el colmo, puesto que tenemos que ir sin nada para estar tranquilos. Es todos los días y a distintas horas. El vienes pasado vimos un patrullaje que subió y bajo, pero nada más”.
Además, aclara Paulina que “esto siempre ha pasado, siendo los meses de verano los más frecuente. Pero ahora, durante la temporada de invierno, los únicos que vamos a la playa son los que vamos a surfear, así que es casi todos los días, porque en estas fechas del año hay demasiadas olas por el clima, por la marejada. Vamos de lunes a viernes y ya a las 07 de la mañana ves autos estacionados por la calle, ya que no existe otro estacionamiento abierto por la hora, entonces desde muy temprano que estamos preocupados por los robos”.
“No podemos quedarnos en la casa de brazos cruzados, voy y corro el riesgo. Ahora estoy pagando estacionamiento y son 2.500 pesos y voy casi todos los días, así que es mucho dinero el que se gasta. Pero si las condiciones están buenas, vamos todos los días. Y en ese lapso de tiempo es donde nos roban”, advirtió Ochoa.
Karen Santiago (33), de la comuna puerto, también cuenta que se ha sentido vulnerada por estos robos. Dice que es una molestia el hecho de ir a practicar deporte y no estar tranquilos, pensando que en cualquier momento pueden quedar sin nada. “Esto para mí ha sido bastante estresante, porque de verdad que han sido varios los episodios y varias las personas afectadas, alrededor de 4 autos por semanas están reventando y llevándose las cosas. A mí me robaron el celular, los documentos, además que a una amiga le quebraron el vidrio de su auto, situación que ha sido de bastante inseguridad y de molestia, ya que al parecer está faltando bastante apoyo por parte de las autoridades”, apuntó.

Es más. También precisó que “nadie da una respuesta y ni siquiera Carabineros muestra una intención de hacer algo, porque ese día la respuesta que nos entregaron, cuando los llamamos, fue que no podían hacer nada, pues prácticamente tenían que pillarlos infraganti y nosotros llevarles las pruebas para que hicieran algo. Fue decepcionante, pues hemos recibido escasa ayuda de las autoridades. Esta situación creemos se salió de control”.
“Este mes de mayo la situación se agudizó, porque eran casi tres o cuatro autos semanales, inclusive más”, reveló Karen Santiago. Por último, subraya Karen que “tenemos que estacionar el auto en la calle, arriba de la playa y ahí no existe nadie que los cuide y que se pueda hacer responsable. Nosotros nos metemos al mar y quedamos bastante lejos de donde dejamos los autos, entonces es muy complicado estar pendientes”.