Sangre nueva para el surf chileno con este local de Maitencillo que en esta galería nos muestra lo mejor de surf donde destacan aéreos normales, 360 de backside o frontside y otros trucos que no se pueden perder.
“Tengo 22 años y como soy de Maitencillo en la Quinta Región generalmente surfeo en mi playa local, que es El Abanico, y cuando está buena la ola por las playas vecinas como Cachagua, Ventanas, Horcón y Ritoque, donde voy con mis amigos para cambiar de ambiente”…
Así se presenta Christian Ibarra, que empezó a surfear a los 8 años viendo a grandes de las tablas nacionales, como Francisco “Arika” Álvarez, Edwin del Río , León Vicuña y Daniel Tello, por nombrar algunos. “Por lo cual, viendo a estos grandes exponentes siempre me motivó a tirar maniobras aéreas dentro de las cuales aprendí hacer el aéreo doble grap y otros”.
¿Tienes apoyos de marcas o sponsors?
Sí, actualmente con tablas me está apoyando una marca nacional: Candelaria Surfboards; en ropa nacional, Beese Brand; bloqueadores Rewchile; surfshop, Pacificorooots; calcetines, The Funsockbox; para estar siempre con energía antes y después de mis sesiones de surf, Barry la Barryta, y por último los lentes Limitwave.
¿Quién te enseñó a surfear?
Empecé a ver este deporte cuando llegué a vivir a Maitencillo, siempre veía gente en El Abanico y me hice un gran amigo, Miguel Collao. Era mi parner y con él empezamos a entrar todos los días a surfear. La gente de las escuelas de surf de Maitencillo fue un gran aporte ya que al vernos motivados siempre nos prestaban equipo para practicarlo. Después de un tiempo fui conociendo a más gente y me fui puliendo con surfistas ya más destacados y más conocidos.
¿Quiénes son tus héroes de la escena nacional e internacional?
Como les decía, en lo nacional tengo muy buenas referencias, como Edwin del Río, un surfista de maniobras aéreas y radicales lo que siempre me ha motivado a sacar maniobras que salen de lo común. También Francisco “Arika” Álvarez, con un powersurf y un estilo muy fluido y a la vez concreto; por último, León Vicuña, gran persona con un surfing completo de olas chicas, grandes y maniobras aéreas.
En la escena mundial está Clay Marzo, surfista de muy bajo perfil, con un potencial y maniobras de otra galaxia, jajaja, y lo más importante que se mete al agua a pasarlo bien. Por último Dane Reynolds, full trucos aéreos, mucha fuerza en todas sus maniobras y un surfista que siempre está innovando.
¿Cómo ves el futuro del surf nacional?
Lo veo demasiado bien. Cada año van saliendo generaciones con un surfing mucho más completo. No me extrañaría ver en 10 años más un par de chilenos corriendo el circuito mundial.
¿Qué piensas de las competencias? ¿Te interesan o prefieres el freesurf?
No me gustan ni me interesan. En este momento no me siento cómodo al estar en el agua con una lycra. Es presión y siento que se pierde el sentido por lo cual uno empezó a surfear. También demasiado “ego”. La verdad, no me interesa. Prefiero entrar a surfear por pasarla bien, a estar con 3 personas en el mismo point para ver quién es mejor. Al no interesarme las competencias no quita que no sea un surfista profesional. Estoy 100% dedicado al mar, a mejorar mi surfing todos los días. Vivo surf, respiro surf y sueño surf, jajaja.
¿Cómo has vivido el tiempo de pandemia?
Sinceramente no he parado de entrar al mar, con un poco más de resguardo por mi familia más que nada, pero siempre en el mar. Si dejo de ir al mar me enfermo.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Seguir surfeando hasta morir, juntar plata para comprarme mi terreno, viajar y no parar de aprender de la vida.
¿Subes tus progresos a las Redes Sociales?
Sí, generalmente a mis Instagram y página de Facebook. Mi Instagram es @christian_ibarrasurf, ahí subo todo mi material ( fotos y videos ).
¿Algún mensaje o agradecimientos que quieras dejar para el cierre?
Agradecer a la gente que cree en mí desde chico; a mi familia por siempre estar en los momentos buenos y malos; ¡cómo no a las marcas que me apoyan que son fundamental para hacer este deporte! Y por último, a ustedes por la entrevista. ¡Buenas olas!